easy stats
Budget Car Rentals

martes, 14 de octubre de 2008

Capítulo 13: El nuevo Apostol


Estoy bajo un foco de luz cegador, con Yoda vestido de abuelo encapuchado, atrapado en un lugar que quizás donde queda y acabo de averiguar que un monstruo me salvó la vida de esas cosas que trajeron los árabes para pelear contra nosotros y nuestra libertad.


Mal, esto está mal.


- ¿Hay más para leer?


“Por el momento es suficiente. Noto confusión en ti”


- ¿Ah si? Me pregunto por qué será.


“¿No estás entendiendo lo que te estoy contando?”


- Fíjate que no, Libro. Las historias están entretenidas, pero no eres buen narrador, y que decir de tus modales de anfitrión. No me has dado ni un vaso de agua ni un hot dog para el hambre. Vergüenza debiera darte


“No las necesitas. Aquí no hay procesos fisiológicos que mantener, por lo tanto no puedes sentir ni hambre ni sed ni incomodidad física de ninguna clase”


- Ya veo… así que no puedo tener hambre, ¿verdad?


“Así es”


- Pues te informo que mataría a un Libro, que digo, a una biblioteca entera por un buen hot dog acompañado por una cerveza espumosa. ¿Qué me dices, ah, te parece una buena idea? ¿Matemos un viejo Libro y celebremos con una comilona?


“No vas a poder. Sólo estás frustrado y asustado. No te preocupes, no te haré daño”


- A ver, por si no has entendido… ¡No te tengo susto! ¡Quiero que me saques de aquí ahora, o vas a sufrir una muerte muy lenta y muy dolorosa, Libro de mierda!


“Ya conversamos esto antes. No vas a salir de acá hasta que leas todo”


Martin, no. No Martin, no lo hagas, no lo digas, detente hombre, cierra el pico, no animal no no no ¡Nooo!


- ¡Y por qué mierda es tan importante que me aprenda tu imbecilidad de historia, ah!


“Porque tú vendrás a reemplazarme”


¡Te lo dije idiota! ¡Te lo dije!


Acabo de quedar mudo. No puedo pasar ni una letra por la garganta, porque de repente se me achicó.


- Pero… pero… ¿por qué yo?


La voz apenas me sale. No me da ni para putearme.


Y el Libro me colocó sus manos en la cabeza, y me mostró el universo. Vi el Cielo, y cuando quería quedarme, alcanzar a captar los colores imposibles que vibraban en todo mi ser, me arrebata de esas visiones un segundo, sólo un segundo antes de quedarme ahí para siempre, en la Gloria.


Y vi el infierno, y las imágenes eran inenarrables de dolor y sufrimiento y no podía cerrar mis ojos. Y lloraba cuando, justo un segundo antes de mi condenación, visitaba un nuevo lugar lleno de terror

.

Y visité otros lugares, y en cada lugar estaba sólo el tiempo justo para comprenderlos pero no para sentirlos. Y lloraba amargamente porque sí, y porque no. Y mi llanto eran letras y signos y números. Y lloraba sin compasión, como un niño. Lloraba porque estaba indefenso, y nadie en la existencia podría alguna vez consolarme. Porque los tenía a todos frente a mí, y a ninguno podía tomar, y de ninguno podía huir.


Y una voz detrás de mi cabeza me decía que todo eso estaba mal, mal, y que no me podía estar pasando eso. Porque no era justo.


Eso no era justo, no era justo.


No era justo. Y me lo repetía mientras las imágenes seguían llegando como un mar sin fin. Y entonces, toda mi existencia fue esa, y la ola de la creación me golpeó, y me ahogó.


Lo entendí todo, por un instante tan ínfimo que no cabía en ninguna descripción de tiempo. Entendí las cosas de éste universo y muchos otros, resolví todos los asesinatos, todas las ecuaciones, vi el final de todos los enigmas, y miré a Dios a los ojos.


Hasta le dije “hola”


Esto no es justo, escuché entonces en mi cabeza. Alguien, un ser del planeta tierra, repetía eso como un niño asustado a morir.


No es justo.


“Lo se”, le respondí, y baje a abrazarlo, y lo acuné. Poco a poco desaparecí, para siempre.


- ¡Que mierda pasa! ¡Cómo me botaste al suelo!


“No te boté. Tu te caíste”


- ¿Ah si? ¿Y cómo, que no me di cuenta?


“Te desmayaste cuando te conté todo lo que he visto”


- Buen intento Libro, pero no me vas a convencer. ¡Martin Macarthur no se desmaya nunca!


“Si tu lo dices”


- Bien, así me gusta. Oye, tú me hablabas de algo recién, ¿no?


“Si. Te voy a contar la historia del grupo de los Sobrevivientes, para que entiendas mejor lo que leíste y lo que vas a leer despues”


- ¿Y yo porqué tendría que saber esta historia? ¿Qué pretendes?


Tengo la impresión de haberle hecho esa pregunta antes.


¡Bah! El Libro se quedó callado. ¿Qué estará tramando? Mmm, creo que la respuesta no me va a gustar. Puta Martin, aprende a quedarte calladito, ¿Si? Con la boca cerrada te ves más guapo.


“Te lo diré cuando estés listo. Comencemos por el principio”


¿Y no me va a responder? ¿Por primera vez? A lo mejor, tampoco me gustaría su respuesta. Dejémoslo tranquilo un rato, compañero.


- Muy bien. Cuéntame tu famosa historia.


No hay comentarios: