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miércoles, 25 de marzo de 2009

Capítulo 15: Val, primera parte.

Esta oscuridad. Este olor salobre que traen las ráfagas de viento. Y luces, torres de luces cuadradas y caleidoscópicas en medio de una enorme y abrasadora oscuridad.

- ¿Dónde estoy?

“Estás volando sobre Nueva York, el 6 de abril del 2000. Son las cuatro de la tarde.”
¡Mierda! Aquí vamos de nuevo.

Esta oscuridad celestial, nunca me percaté de ella… se roba toda la luz de la ciudad, se la traga como si fuera una criatura depredadora, una enorme esponja que se la chupa sin dejar rastro.

-¿Donde vamos?

“Vas a ver a Valeríe”

Perdí la orientación en la última vuelta. En un momento, supe a ciencia cierta que descendía cuando mi estomago decidió quedarse vacacionando varios metros sobre mí. Los edificios de mala muerte parecían abandonados, a excepción de unas casas bajas muy humildes, con bicicletas estacionadas en el porche. No tenía ni idea en que parte de la ciudad me encontraba, pero tanto silencio me ponía los pelos de punta.

La pregunta que se me vino a la cabeza era obvia.

“No, no te puede pasar nada. Esto es sólo un registro histórico”

- Que te dejes… de meterte… en mi cabeza.
-
Libro de la… se me olvida que lee los pensamientos. ¿Serán todos los libros así, que mientras tú los lees ellos te leen a ti? Menos mal que no leo a menudo.

Respiro profundo. No me acordaba de esta sensación de exterminio, de soledad. Fueron muchos los que se fueron, y muchos más los que se encerraron en los edificios. Salió la policía a patrullar, salieron los helicópteros, salieron los aviones, ¡si hasta los fantasmas y los muertos salieron a dar un paseo!

Había que aprovechar, ¿no? La ciudad estaba en oferta. Creo que hasta yo me llevé un televisor nuevo de una tienda que…

- ¿Adonde vamos, maestro?

“A la casa de la esquina”

Linda casa. Debe haber sido preciosa a la luz del día., y mientras me aproximo me doy cuenta que podría haber sido un buen lugar para vivir si no fuera por las ventadas destrozadas, el techo levantado como si hubiera explotado algo y la puerta principal reventada y pedazos de… oh mi Dios… ¿eso que está repartido por el patio son pedazos de gente?

Sé que es un sueño, o algo parecido, pero me están flaqueando las piernas.

Me acerco lentamente. Estás ahí, ¿verdad, Libro?

“Aquí estoy”

Bien. Sólo chequeaba.

Uf. Esto fue una carnicería. Hay pedazos de ropa desgarrada chorreando sangre hasta en las ramas del árbol plantado frente a la casa, que por lo demás está feo y de mal gusto. Muy nudoso y sin hojas.

El árbol se está moviendo con el viento, no parece tan firme. ¿De donde sale viento para inclinarlo así, que no lo siento?

No hay viento por ningún lado.

Y el árbol se está dando vuelta. ¡Las raíces son piernas! ¡Mierda, esto no es un árbol! ¡Esas son manos,y en las manos tiene pedazos de personas! ¡Mierda, sácame de aquí, me puede ver, se aproxima hacia acá! ¡Cómo lo hago para volar, Libro, aléjame de él!
“Relájate, no te puede hacer daño”

- ¿Seguro?

“¿Tienes alternativas?”

No te hagas el chistoso. Aquí viene. La tierra tiembla bajo mis pies. ¡Que feo que es! Y tiene los ojos chiquititos. Se parece a Hulk pero no es verde.

¿Está llorando? ¡Ups, me cayó un goterón!

¡Está llorando! ¿Qué le pasa?

“Mató a gente que quería, y se está dando cuenta”

- ¿Y si la quería, por qué la mató?
-
“Porque ese es el Morphus de la ira desontrolada. Su espíritu guarda mucha furia anterior, y se detesta a sí misma.”

- ¿Ese es el que?
-
“El Morphus, la forma con que se implanta un Nightbane en la existencia. Es su cuerpo”

- Ah, me quedó claro, por supuesto.
-
“No te preocupes. Ya lo entenderás”

¿Querré entenderlo, me preguntó yo?

- Un momento… ¿a sí misma? ¿Esto es una mujer?

“Si”

La miro a los ojos, y puedo ver una pena profunda. Me conmueve lo suficiente para quedarme quieto. Baja sus manazas hacia mí, y me muestra los despojos humanos que tiene en ellas. Se me hiela la sangre. Entonces, el monstruo empieza a sollozar con ruidos bajos y con ecos en la garganta. Y las manos comienzan a encogerse, y ante mis ojos veo como aquel tremendo monstruo de leyenda, de cómic, se convierte en una chiquilla baja y morena de unos 15 años. Cae desnuda a la calle. Nadie ve nada, como es usual en NYC.

¿Qué hago ahora?

Voy a buscar algo con que cubrirla. Entro a los restos de la casa, y no me detengo a observar la matanza que hay. No me fijo ni en la sangre repartida por los muros de la casa ni menos en los orificios con carne enterrada, y menos en … ufff… la mitad de … puaj… una cabeza que está bajo la… bajo la… mejor subo la escalera.

El techo está abierto de par en par, como si le hubiese caído un meteorito… o el meteoro le hubiese golpeado desde dentro. En la habitación de la izquierda hay camas y ropa tirada por todos lados… una cubrecama, eso voy a llevar.

La apretó contra mi cuerpo y vuelvo donde la niña. La levanto y la envuelvo con la tela gruesa.

¿No sería mejor que la entrara, me pregunto astutamente?

“No te preocupes, no le pasará nada”

¡Que no te metas en lo que pienso, maldito! ¿Y cómo estás tan seguro que no le pasará nada?

“Porque este es el pasado”

Ah, verdad, me lo dijiste.

¿Oye, y si es el pasado, porque pude colocarle una manta? ¿Esto está ocurriendo en mi mente, o en la tuya, o que diablos pasa? ¿No debería haber sido imposible haber alterado la situación si sucedió hace tantos años?

¿Libro?

- Libro, contéstame.

- Libro, no te hagas el sordo. ¡Responde lo que te estoy preguntando!

“Lo que acabas de ver es el pasado, el momento en que el Morphus despierta después de haber dormido tanto tiempo dentro de una persona. Después de esto, ella olvidará lo que pasó, y sólo tendrá imágenes que le llegarán en sueños”

- Oye, no es lo que te pregunté. ¿Qué fue lo que pasó?

“Te estás fijando en una minucia, muy clásico de los humanos, Lo que pasó no es lo importante”

- ¿Qué no es importante? ¿Viaje o no viaje en el puto tiempo? ¿Podía haberme pasado algo frente a ese monstruo?

“¿Qué fue lo que te dije al principio?”

- ¡No me respondas con una pregunta, carajo. ¿Si o no?

“Estos son sólo recuerdos”

- ¿Sólo recuerdos? ¿Estás seguro?

“Así es. No podían hacerte daño”

- Ah… ok.

¿Por qué hay algo que me hace ruido en mi cabeza? Siento como si hubiera respondido algo que no le pregunté.

- Y ahora cuéntame porqué me mostraste todo esto.

“Porque esta chica será vital en los acontecimientos que vendrán después, y los cuales aún no han terminado de desarrollarse”

Ah, por eso.

“Ella no reconocerá su poder hasta dentro de cuatro años más, como el resto de personas que verás a continuación. Las únicas excepciones son tres humanos que también serán determinantes: Sara Li, William Gibson y el monje Ursus”

- Oye, esto suena interesante, pero tengo hambre. Y me importa un pito que esté en un sueño o en otra dimensión o en la casa de la esquina, pero quiero comer algo, ahora ya.

“Muy bien, no hay problema. Hay un restaurant a dos calles de acá”

Suspiro. Tenía otra cosa en mente, pero bueno, comida es comida. Miro a la chica con una mezcla de sentimientos, más cargados al miedo. Dejarla en medio de la calle no es mi estilo. La levanto y la dejo adentro de la casa, en la entrada.

- ¿La voy a volver a ver?

“Muy pronto, te lo aseguro”

Ah.

¿Porqué me sonó eso como una amenaza?

lunes, 19 de enero de 2009

Capítulo 14: Monstruos a mi puerta.


I

- Johnny, definitivamente no está.

El rostro ceñudo del punkie dejó claro su malestar.

- ¿Pero cómo es posible que haya desaparecido el Libro? ¿Donde está el guardián?

Baby Death movió sus hombros en señal de desconocimiento.

- Que mierda está pasando... Primero Val y luego el Libro.

- Y el guardián - se apura en acotar Juan - Vamos a rastrearlos.

Johnny se cruzó de brazos, pensando a toda velocidad. mientras una bruma blanca como vapor marino lo rodea y trepa por su cuerpo. Tras ese torbellino vaporoso, su silueta empieza a mutar, haciéndose más alta. Cuando un par de alas se despliegan, y el humo se dispersa, está un ser vestido con armadura plateada, una pechera blanca con una cruz roja en medio, largas alas blancas que nacen en su espalda, y cuyo rostro se encuentra surcado por una placa metálica que toma casi todo el lado derecho de la cara, desciende por el pómulo bordeando el cuello hacia la parte de atrás de la cabeza y y se completa ahí. En donde debiera haber estado el ojo, se mueve un lente de cámara.

- Hagamos esto más fácil. Consultemos a los magos de la Resistencia.

- ¿A ese grupo de mamones? - le refrendó Juan, mientras se palpaba inconscientemente la sobaquera, donde descansaba su fiel revolver .

- Eran bastante buenos, si mal no me acuerdo. Además Hellman estará contento de ayudarnos.

- Si tú lo dices.

- Juan, quedas a cargo del buque. Baby Death me acompañará. Comunicate con Sara Lee y dile que nos encontramos en la Resistencia.

- ¿Y ella, porqué?

- Porque trabajó en organismos de inteligencia estatales, así que nos puede ayudar con ese conocimiento, y porque es la novia de Hellman.


II

Aquella noche, algunos borrachos vieron pasar un ángel entre los edificios. La mayoría lo tomó como una alucinación más de su estado de interperancia, y un reducido grupo, muy reducido a decir verdad, lo tomó como una señal divina para dejar de tomar y volver al camino del Señor.

Nadie vió pasar a la veloz Baby Death.


III

Ya en el galpón secreto, cuartel general de La Resistencia, la facción armada de los Nightbane, una breve y muy importante renuión se produjo. En una pequeña salita donde cabían con dificultad una mesa circular, ocho sillas y un estante, los jefes de dos de las organizaciones sobrenaturales más importantes de Nueva York y un puñado de privilegiados seres se enfrascaban en una conversación extremandamentet delicada.

- ¿Que tu prometida desapareció? ¿Y porqué, machote? ¿Tuviste un desliz, alguna salida cochinona por ahí?

- Hellman, no soy así y lo sabes. Tengo miedo que Alexandra esté tomando el control de Val, o que haya vuelto la Bestia. O que le haya pasado algo peor todavía. Necesito que tus magos nos ayuden a localizarla a ella en primer lugar, y luego al Libro.

- ¿Que libro?

Johnny se quedó en silencio un momento.

-¿El Libro? ¿Ese Libro? ¡Caray, pero cómo! ¿Y el guardían?

-Tampoco está.

- Uf, eso está diíicil. Por tu chica, no se si habrían accedido, pero por el Libro claro que lo harán. Y tenemos otro problema.

- ¿Que más, Hellman?

- Las Arañas.

Todos los rostros se giraron para encontrar los rasgos orientales de una mujer menuda y delgada.

- Si, supe que las Arañas entraron. Pero no es mi culpa que nos hallan seguido. No se donde ni cómo encontraron un pasaje a nuestro mundo.

- No te preocupes, muñeca. Tu papi los hará volar hasta el cielo con sus armas. ¿Eh?

Algunos carraspeos incomodos llenaron la habitación. Baby Death detenía con todas su fuerzas una carcajada que quería salir a toda costa. Cuando logró respirar tranquila, acotó.

- Oye, tu no sabes nada de esos bichos, ¿verdad? Muy bien, sólo te puedo contar que yo si los vi en el desierto en las Nightlands, cuando atacaron a otro bicho mucho más grande que ellos. Y son espantosos, duros y muchos. Yo que tú no me confiaría en el poder de tus pistolitas.

- Hey muñeca, pistolitas no, ¿eh? Armas, grandes y cargadas - acto seguido, le guiñó un ojo.

Instantes después, el rubio lider de la resistencia se doblaba hacia un costado. después de recibir un feroz golpe en las costillas por parte de la humana de rasgos asiaticos que se sentaba a su costado. Miró a sus amigos, y les sonrió con parsimonia.

Baby Death no puedo aguantar más y estalló en carcajadas histericas, hasta que le salieron lágrimas.


IV

Nunca había entendido porqué, pero los magos de la Resistencia hacían su trabajo a puertas cerradas. Luces, rugidos y pequeños temblores surgieron desde la habitación especialmente dispuesta para ellos. Cuando todas las manifestaciones físicas acabaron, le siguió un silencio sepulcral, y varios minutos en vilo. Hellman les tenía prohibido a todos abrir esa puerta, aunque pasara mucho tiempo sin saber que había pasado adentro.

Un rato después, emergió el mago en jefe del equipo, un hombre delgado, y rubio, e gestos ampulosos y mirada despectiva, vestido con una elegante túnica blanca con bordados de oro.

- Hemos hecho sus averiguaciones. El Libro se encuentra todavía en la ciudad, en un barrio residencial. En este papel se encuentra la dirección - y les alargó un papel doblado, donde las líneas irregulares del carbón se trasparentaban.

- Respecto a tu mujer, Johnny, no hay presencia de ella en las cercanías. Sin embargo, al parecer siguió una ruta que la llevó al departamento puntual donde se encuentra el Libro ahora, y luego desapareció.

- ¿Cómo que desapareció?

El mago alzó una ceja para expresar su disgusto por la interpelación del Nightbane. Dejó pasar unos segundos para que quedara claro su malestar, y luego prosiguió.

- Desapareció. No hay más rastros de su Morphus ni de su Fachada.

Los compañeros se miraron entre sí. Sara apuntó en lo más obvio.

- Tenemos que visitar ese departamento, y hacerlo ahora. ¿A quien o a que buscamos?

- A un humano, de nombre Martin MacArthur.

- Bueno - acotó Johnny - al menos tenemos una pista. Hay que ir a visitarlo hoy.

Todos asintieron.

- ¿Y el asunto de las Arañas? - preguntó Hellman.

- Una cosa a la vez- respondió Johnny. - Vamos a buscar a este muchacho primero.